Como hemos comentado anteriormente, el uso del vídeo en un contexto educativo está conectado con el proceso de enseñanza-aprendizaje en el que nos encontremos inmersos, pero frente a esta cuestión más pedagógica, tenemos que tener en cuenta también que si somos productores de nuestros propios vídeos debemos hacerlo atendiendo a unos parámetros puramente técnicos que son extensibles a cualquier producción audiovisual con pequeñas especificidades.
De forma somera, pues existe infinidad de literatura al respecto y no es el objeto de esta guía, pues está centrada más en aspectos pedagógicos que técnicos, podemos hablar de cuatro fases en la producción de vídeos educativos:
De forma somera, pues existe infinidad de literatura al respecto y no es el objeto de esta guía, pues está centrada más en aspectos pedagógicos que técnicos, podemos hablar de cuatro fases en la producción de vídeos educativos:
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1. PRE-PRODUCCIÓN |
En esta primera fase debemos acotar los objetivos didácticos del uso del vídeo para, a partir de los mismos, desarrollar un planning de actividades previas a la producción del vídeo. En esta fase englobaríamos: la idea, la sinopsis, el guión literario, el guión técnico, el story board y un plan de rodaje en el que se incluirán todas las necesidades técnicas para el rodaje. Decidiremos el dispositivo de grabación de imagen, sonido, iluminación, vestuario, etc.
Es importante destacar en este apartado que en el caso de los vídeos educativos podemos obviar algunas cuestiones que en un vídeo profesional si son casi prescriptivas, pues no podemos olvidar que contamos con determinadas sesiones semanales para la materia y debemos hacer un reparto adecuado de las sesiones dedicadas a la generación del producto en su conjunto.
En los vídeos educativos podemos dedicar varias sesiones a planificar, pues es en este momento de la pre-producción donde se ajustan los contenidos que vamos a exponer en formato audiovisual. Así podemos combinar en esta fase otras actividades por parte nuestra o del alumnado que incluya alguna investigación, la realización de un monográfico, entrevistas, búsqueda de información, mapa conceptual, etc. Estas actividades nos facilitarán la realización del guión del vídeo que podemos simplificar en un guión mixto, entre literario y técnico.
Una vez tenemos el guión sólo nos queda en esta fase determinar el plan de rodaje, esto es importante porque nos definirá las sesiones necesarias para la producción y tomar decisiones relativas a si el vídeo será realizado íntegramente en el centro y en horario lectivo, si será también grabado en horario no lectivo y en otras ubicaciones, si será grabado íntegramente fuera del horario lectivo, etc. ¿Por qué es importante esta cuestión? Tiene que ver con la metodología, tiene que ver con los roles del profesorado y alumnado en la situación de aprendizaje, tiene que ver con los recursos, etc. Tenemos que tener claro que cualquier decisión que tomemos al respecto determinará unos aprendizajes u otros, primará unos sobre otros, y nos aclarará mejor qué vamos a evaluar al terminar el proceso, pues salvo que sea un producto que atiende a criterios de evaluación específicos de algunas materias sobre lenguaje audiovisual, lo que nosotros vamos a evaluar parte en gran medida del trabajo realizado en esta fase.
Es importante destacar en este apartado que en el caso de los vídeos educativos podemos obviar algunas cuestiones que en un vídeo profesional si son casi prescriptivas, pues no podemos olvidar que contamos con determinadas sesiones semanales para la materia y debemos hacer un reparto adecuado de las sesiones dedicadas a la generación del producto en su conjunto.
En los vídeos educativos podemos dedicar varias sesiones a planificar, pues es en este momento de la pre-producción donde se ajustan los contenidos que vamos a exponer en formato audiovisual. Así podemos combinar en esta fase otras actividades por parte nuestra o del alumnado que incluya alguna investigación, la realización de un monográfico, entrevistas, búsqueda de información, mapa conceptual, etc. Estas actividades nos facilitarán la realización del guión del vídeo que podemos simplificar en un guión mixto, entre literario y técnico.
Una vez tenemos el guión sólo nos queda en esta fase determinar el plan de rodaje, esto es importante porque nos definirá las sesiones necesarias para la producción y tomar decisiones relativas a si el vídeo será realizado íntegramente en el centro y en horario lectivo, si será también grabado en horario no lectivo y en otras ubicaciones, si será grabado íntegramente fuera del horario lectivo, etc. ¿Por qué es importante esta cuestión? Tiene que ver con la metodología, tiene que ver con los roles del profesorado y alumnado en la situación de aprendizaje, tiene que ver con los recursos, etc. Tenemos que tener claro que cualquier decisión que tomemos al respecto determinará unos aprendizajes u otros, primará unos sobre otros, y nos aclarará mejor qué vamos a evaluar al terminar el proceso, pues salvo que sea un producto que atiende a criterios de evaluación específicos de algunas materias sobre lenguaje audiovisual, lo que nosotros vamos a evaluar parte en gran medida del trabajo realizado en esta fase.
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2. PRODUCCIÓN |
Una vez que hemos definido la fase previa pasamos a la producción/rodaje del vídeo. Para ello atendiendo al planning diseñado, grabaremos tanto la imagen como sonido explicitado en el guión. Cada persona del equipo de rodaje debe tener claras sus funciones para que el mismo sea fluido y no requiera una inversión temporal excesiva, pues debemos recordar que el fin último de nuestro vídeo no es un producto técnicamente profesional en la mayoría de los casos, sino que es un medio que afianza y favorece el aprendizaje de otros contenidos, siempre debemos recordar que el objetivo de producción de nuestros vídeos didácticos no tiene nada que ver con el que pudiera tener en caso de estar utilizándolo en los estudios de un grado en Ciencias de la Información, Comunicación Audiovisual o Bellas Artes.
Insistimos en este apartado, porque aunque es cierto y evidente que a una mejor calidad técnica mejor transmisión del mensaje, no debemos perder de vista que el contexto de nuestras producciones está más relacionado con la comunicación de con la técnica.
Esta fase, gracias a los avances tecnológicos de los dispositivos de grabación se ha facilitado mucho. Actualmente es posible grabar un vídeo con un Smartphone o Tablet con una calidad de imagen y sonido hasta hace poco impensable, ello favorece que el acto de grabar un vídeo pueda ser un proceso más inmediato y sin muchos requerimientos técnicos que ralenticen el proceso. Esta ventaja también ayuda a minimizar la inversión en sesiones de clase en la fase de producción que pueden ser invertidas en la de pre-producción, que desde nuestro punto de vista es la que más requiere.
Insistimos en este apartado, porque aunque es cierto y evidente que a una mejor calidad técnica mejor transmisión del mensaje, no debemos perder de vista que el contexto de nuestras producciones está más relacionado con la comunicación de con la técnica.
Esta fase, gracias a los avances tecnológicos de los dispositivos de grabación se ha facilitado mucho. Actualmente es posible grabar un vídeo con un Smartphone o Tablet con una calidad de imagen y sonido hasta hace poco impensable, ello favorece que el acto de grabar un vídeo pueda ser un proceso más inmediato y sin muchos requerimientos técnicos que ralenticen el proceso. Esta ventaja también ayuda a minimizar la inversión en sesiones de clase en la fase de producción que pueden ser invertidas en la de pre-producción, que desde nuestro punto de vista es la que más requiere.
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3. POST-PRODUCCIÓN |
Una vez que hemos grabado todos los elementos de imagen y sonido pasamos a la fase de edición del mismo o post-producción. En este momento montamos el vídeo incluyendo todos los elementos estipulados en el guión. Es normal en esta fase hacer ajustes con el material que tenemos, pues después de un primer visionado suele ser habitual detectar fallos de guión que afectan al ritmo del conjunto. En esta fase se incluirán también elementos de foto fija, música, créditos, logos, etc.
En la fase de post-producción podemos utilizar diferentes softwares de edición como les proponemos en el apartado de recursos de esta guía, pero lo más destacado para nosotros en este momento, es que si en algún momento tenemos que dedicar sesiones fuera del horario lectivo a la producción del vídeo, esta fase se presta por su carácter casi mecánico a ello, quizá sea la fase en la que no sea tan necesaria la guía o ayuda del profesorado, ya que una vez seleccionadas las tomas “buenas”, la edición no requiere mayor instrucción.
En la fase de post-producción podemos utilizar diferentes softwares de edición como les proponemos en el apartado de recursos de esta guía, pero lo más destacado para nosotros en este momento, es que si en algún momento tenemos que dedicar sesiones fuera del horario lectivo a la producción del vídeo, esta fase se presta por su carácter casi mecánico a ello, quizá sea la fase en la que no sea tan necesaria la guía o ayuda del profesorado, ya que una vez seleccionadas las tomas “buenas”, la edición no requiere mayor instrucción.
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4. VALIDACIÓN |
Si hemos seguido las pautas didácticas del apartado de los indicadores del valor del vídeo como recurso educativo, está claro que nuestro producto final responderá a la tipología de vídeo educativo, pero consideramos que es necesario a modo de evaluación, validar si se han conseguido los objetivos didácticos para los que se diseñó el mismo. Para ello planteamos que después de su realización el profesorado confronte a modo de cuestionario, exposición oral, resumen, etc. con el alumnado los aprendizajes obtenidos gracias al empleo de este recurso y no otro. Esta validación nos ayudará en el proceso de determinación del valor didáctico del vídeo realizado, para ello podemos utilizar diferentes técnicas, herramientas e instrumentos de evaluación.