Después de reflexionar sobre lo que otros autores han aportado respecto a las funciones del uso del vídeo en los contextos educativos, su metodología y las referencias que desde Europa nos llegan sobre la necesidad de una alfabetización mediática y audiovisual, llegamos a la conclusión de que para la producción de un vídeo dentro de los procesos de enseñanza-aprendizaje, debemos definir dos grandes bloques o apartados para el uso del vídeo en la educación formal: las cuestiones pedagógicas y las cuestiones técnicas para la producción de vídeos en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Estos dos apartados van interrelacionados y son dependientes uno del otro.
La simbiosis de pedagogía y técnica es determinante para obtener resultados positivos en los resultados del aprendizaje y competencias adquiridas por parte del alumnado. Por un lado, tanto si el vídeo es producido por el profesorado como por el propio alumnado, siempre debemos atender a los objetivos de aprendizaje, la metodología, el proceso de evaluación con vídeo o a través del vídeo, etc., si estos no están claros y definidos la introducción del vídeo como herramienta didáctica no tendrá los beneficios esperados. Por otro lado, si el resultado material no ofrece un mínimo de calidad técnica en cuanto a guión, grabación, edición, imagen, sonido, etc. que haga nítido el mensaje visionado, estaremos también fracasando en cuanto a los resultados positivos en el proceso de enseñanza-aprendizaje que el vídeo podría aportar.
Por lo tanto consideramos que es muy importante tener en cuenta para la producción e un vídeo en los contextos educativos como parte del proceso de enseñanza aprendizaje los dos apartados estructurales que lo conforman: las cuestiones pedagógicas y las cuestiones técnicas.
La simbiosis de pedagogía y técnica es determinante para obtener resultados positivos en los resultados del aprendizaje y competencias adquiridas por parte del alumnado. Por un lado, tanto si el vídeo es producido por el profesorado como por el propio alumnado, siempre debemos atender a los objetivos de aprendizaje, la metodología, el proceso de evaluación con vídeo o a través del vídeo, etc., si estos no están claros y definidos la introducción del vídeo como herramienta didáctica no tendrá los beneficios esperados. Por otro lado, si el resultado material no ofrece un mínimo de calidad técnica en cuanto a guión, grabación, edición, imagen, sonido, etc. que haga nítido el mensaje visionado, estaremos también fracasando en cuanto a los resultados positivos en el proceso de enseñanza-aprendizaje que el vídeo podría aportar.
Por lo tanto consideramos que es muy importante tener en cuenta para la producción e un vídeo en los contextos educativos como parte del proceso de enseñanza aprendizaje los dos apartados estructurales que lo conforman: las cuestiones pedagógicas y las cuestiones técnicas.